Cómo mejorar la circulación sanguínea
Un sistema vascular sano con solo seguir unos buenos hábitos
La sangre circula por todo el cuerpo mediante los vasos sanguíneos (venas y arterias) en un único sentido, formando un sistema cerrado y siempre a través del corazón.
Debido a distintos factores, puede ser que este recorrido sanguíneo se vea afectado a causa de la pérdida de elasticidad de las paredes de las venas (que son una de las encargadas de impulsar la sangre hasta el corazón) y tengamos problemas de circulación, también llamados como enfermedades vasculares. Esto hace que sintamos malestar, hinchazón y otros problemas que nos generan dificultades para poder llevar un estilo de vida normal.
Se trata de un tema muy común en nuestra sociedad, especialmente en las mujeres, pero hay veces que puede derivar en un problema de salud más grave. Para poder prevenir este tipo de enfermedades existen una serie de hábitos y acciones que pueden reducir el riesgo de padecerlas.
Lo fundamental es tener una alimentación saludable, evitando los azúcares y las harinas refinadas, para mantener así un peso adecuado según la estatura de cada uno. Existen algunos alimentos que ayudan a mejorar nuestra circulación sanguínea, estos son ejemplos de ellos:
– Limón: La vitamina C ayuda en la formación de colágeno y elastina. De este modo se evita acumular las placas en sangre y se facilita su recorrido.
– Pipas de girasol: Ricas en vitamina D y aportan aminoácidos esenciales para proteger el sistema circulatorio en general.
– Ajo: Tiene efecto anticoagulante que reduce el riesgo de ataque cardíaco.
– Cola de caballo: Rica en silicio, por lo que ayuda al mantenimiento de las paredes vasculares.
– Arándanos: Ricos en antioxidantes y vitamina C que ayudan a que mejore el tono venoso.
– Pescado azul: Ayuda a la liberación de óxido nítrico dilatando los vasos sanguíneos.
Cuidar del sistema linfático también es muy importante para tener una buena circulación, ya que este es un proceso inmunitario esencial. Este desarrollo se encarga de transportar la linfa (líquido que contiene proteínas, sales, entre otros) a todas las partes del cuerpo. Si no tenemos una buena circulación también nos afectará a este proceso.
Otro punto importante que no podemos olvidar es mantener una vida activa. Es recomendable realizar deporte aeróbico (de bajo impacto). Esto significa que el esfuerzo tiene que ser constante pero suave, en un ejercicio de media-larga duración y sobre todo evitar los impactos bruscos. Es recomendable practicarlo mínimo dos veces por semana, y un buen ejemplo sería ir en bicicleta o la natación. Este tipo de actividades ayudan al retorno venoso y mejoran el tránsito circulatorio.
Otra de las actividades que son muy beneficiosas para la circulación es tener la costumbre de andar. Muchas veces por la mala gestión de nuestro tiempo tendemos a escoger la opción que más rápido nos lleve a ese sitio dónde nos tenemos que dirigir, en vez de contar con un poco más de tiempo e ir caminando.
¿Qué te parecería hacer un cambio de hábitos y sustituir el transporte público o moto por ir a algún sitio caminando escuchando tu música favorita o un podcast interesante? Esta sería una muy buena opción para mejorar la circulación y también traen muchos otros beneficios a nuestro cuerpo.
Por último, existen una serie de tratamientos corporales que si los combinas con los hábitos que hemos nombrado anteriormente harán que tu circulación mejore de forma notable. A continuación te proponemos algunas de las mejores opciones:
– Drenaje linfático: Es un tipo de masaje suave y ligero que se realiza en la zona afectada del cuerpo. El objetivo es movilizar los líquidos de nuestro organismo para favorecer la eliminación de sustancias que no son de utilidad y que ocupan espacio entre las células. Tras este tipo de masaje, también puedes sentir un efecto calmante y relajante debido al efecto que tiene sobre el sistema linfático
– Presoterapia: Técnica realizada con aparatología que aplica una fuerza mecánica. Ayuda a tonificar y estimular los músculos y articulaciones y refuerza los tejidos conectivos. Es un tratamiento ideal para combatir las piernas cansadas, arañitas vasculares, edemas, celulitis y acumulaciones de grasa.
– Masaje circulatorio o terapéutico: Esta técnica tiene como objetivo activar el riego sanguíneo y linfático para favorecer el intercambio celular, así como movilizar los líquidos corporales. Se llevan a cabo para tratar cualquier tipo de trastorno circulatorio en la parte del cuerpo afectada. Desde problemas de retención de líquidos o piernas cansadas hasta las varices, entre muchos otros.
Si padeces de algún problema circulatorio, te recomendamos que acudas a un médico especialista para que pueda tratar tu caso.
Siempre puedes combinar las visitas al especialista con uno de los tratamientos mencionados anteriormente que ponemos a tu disposición en Incanto, ya que lo más importante para nosotros es tu cuidado y bienestar.
Si no sabes cual es el tratamiento que podría ayudar a mejorar tu problema no dudes en pedir un diagnóstico con nosotros totalmente gratuito para que podamos examinar detenidamente cuál sería la mejor opción para ti. Siempre con el trato profesional y cercano que nos caracteriza.